Cruz Azul se sacudió las malas vibras del entorno y recuperó el camino del triunfo en su debut en la Concachampions ante el Forge FC de Canadá.
Los celestes no la pasaron del todo bien ante las bajas temperaturas, pero un gol de Rómulo Otero al minuto 30’ bastó para que La Máquina encaminara la eliminatoria y, sobre todo, dejara claro que el grupo está unido ante la adversidad.
El ‘Escorpión’ tomó la responsabilidad de una pelota parada y aunque la distancia hacia la portería era bastante lejana, el jugador venezolano sorprendió al guardameta del Forge, con un disparo lejano que contó con la complicidad del viento y se incrustó en la portería.
Antes de eso, el conjunto cementero había manifestado problemas de funcionamiento en el arranque de partido, debido a la gran cantidad de movimientos en el once inicial de Juan Máximo Reynoso.
Para el segundo tiempo La Máquina cambió su postura, se mostró mejor adaptado al clima y a la cancha, además de que los cambios le dieron volumen de juego y poco a poco fueron llegando el partido al terreno que mejor los beneficia.
Aunque el resultado fue corto, los dirigidos por Reynoso fueron inteligentes y no pasaron grandes contratiempos para mantener una ventaja sumamente valiosa en su debut en la Concachampions.
La Máquina tiene en bandeja de plata la eliminatoria ante el Forge, por lo que el partido de vuelta luce como un mero trámite antes de instalarse en los Cuartos de Final.
Ahora, Cruz Azul tiene la obligación de reencontrarse con la victoria en la Liga desde este mismo fin de semana cuando visite a los Diablos Rojos en el Nemesio Diez.