Chivas vive un momento de plenitud. Veljko Paunović llegó para potenciar el funcionamiento del equipo y su progreso es indudable: el Rebaño acumula ocho triunfos en Fase Regular, algo que no lograba desde el Apertura 2016.
El estratega serbio insiste con la idea de dejar su propio legado en el conjunto rojiblanco y, aunque también mantiene una actitud mesurada con el buen momento que atraviesa su equipo, no se puede negar que llegó para desempolvar una faceta de Chivas que hace tiempo no se veía.
Luego de imponerse ante el León, los tapatíos se metieron de lleno a la lucha por conseguir un lugar directo a Liguilla y de la mano de esta victoria llegó un favorable registro: desde hace ocho años, no conseguían obtener ocho partidos ganados, y con Paunović volvieron a lograrlo.
La buena racha comenzó en casa de Rayados de Monterrey, cuando se impusieron por la mínima en el inicio del torneo y de ahí, se desencadenaron los siguientes triunfos: frente a FC Juárez, Xolos de Tijuana, Pumas, Tigres, Santos, Necaxa y, finalmente, la Fiera.
Fue con Matías Almeyda. La última ocasión en la que tuvieron esta marca fue bajo las órdenes del entrenador argentino, quien, además de ser recordado con gran cariño entre la afición rojiblanca, también es una fuente de inspiración para Paunović, hecho que el entrenador ha refrendado cada que es posible.
Pero, independientemente de los estilos de juego, ambos estrategas llegaron al Rebaño para exhibir la mejor versión de su plantel y para mantener a Chivas en el protagonismo del futbol mexicano, con ambiciosas aspiraciones, no sólo para clasificar a la Fiesta Grande, tambén para soñar con volver a ser campeones de la Liga MX.
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