Como una voz autorizada, pues convivió con Oribe Peralta tanto en América como en Selección Mexicana, Miguel Layún criticó la manera en cómo se ha atacado al Cepillo después de su actitud al final del Clásico Nacional en el que Chivas cayó ante las Águilas.
"Meto las manos al fuego por Oribe. Hay gente que no va a entender porque, conociendo a Oribe, se ha preparado de manera distinta en la parte emocional, intelectual, es alguien que quiere transmitir que la vida se puede vivir de manera distinta", señaló.
Si bien Layún explicó que entiende la pasión de un Clásico, dejó claro también que no se debe ser tan extremista al momento de juzgar a un futbolista.
"Me pongo en la balanza de ambas partes, me pongo en el sentimiento del afiionado y lo que duele perder un Clásico. Lo comparto, lo entiendo, lo viví, pero entiendo muchas otras cosas que se olvidan. Si bien es cierto que ante los ojos de mucha gente (el saludo) pudo no ser una decisión no muy atinada, no debe caer esa perspectiva de linchamiento contra los jugadores.
No puedo compartir que pudo no gustarle a algunos jugadores y se levantaran en armas de manera tan radical como se hizo porque se buscó despedazar a los jugadores y eso me parece absurdo", apuntó.
El exjugador de las Águilas se refirió a cómo vivía el un partido de alto calibre.
"Soy nuy calentón, no voy a juzgar a alguien. Soy calentón y me quiero matar yo, cuando cometo un error me miento madres, le pego a la pared y son mis frustraciones, no es la manera correcta pero soy sumamente pasional".