Se encendieron las alarmas en Chivas. El capitán del Rebaño sufrió una aparatosa lesión en una jugada meramente accidental por la que no pudo terminar el partido tras salir llorando por la dolencia. Las muecas de dolor se verían 'justificadas' por un diagnóstico de esguince de segundo grado.
A unos minutos de que concluyera el partido, el atacante de Mazatlán, César Huerta, cayó accidentalmente sobre la pierna del contención rojiblanco, provocándole una lesión que ameritó que ingresaran las asistencias y debiera ser reemplazado.
Molina dio muestras de dolor mientras fue atendido, abandonando el terreno de juego con lágrimas, por lo que parece que es de gravedad su dolencia.
El club tapatío informó en un comunicado que su mediocampista sufrió un esguince de segundo grado, el cual necesitará rehabilitación y que hasta el momento no hay una fecha exacta para su regreso.
“La valoración se complementó con estudios de imagen. La resonancia arrojó que el ligamento cruzado interior de la rodilla izquierda está íntegro, pero sí hubo esguince de segundo grado en el ligamento colateral medial, lo cual requerirá de terapia de rehabilitación y se integrará al trabajo del equipo según su evolución”, indica el reporte médico.
El capitán del Guadalajara es uno de los pilares en el esquema de Víctor Manuel Vucetich, por su liderazgo y apoyo al interior del vestidor rojiblanco.
Por si fuera poco, el jugador de 32 años fue el encargado de devolver la esperanza de las Chivas en el partido contra Mazatlán, ya que fue el encargado de marcar la diana del empate al tenderse de palomita en una jugada de pizarrón durante un tiro de esquina.
Se espera que en las próximas horas se le realicen los exámenes médicos correspondientes para conocer con certeza la gravedad de la lesión, en donde en el redil confían en que no sea tan grave.
