Amaury luce con orgullo el escudo del Guadalajara que le cosió al saco, es el que tenía 10 estrellas cuando la familia Vergara se hizo del equipo hace 20 años; hoy, a tres que el mayor de los hijos de Jorge tomó la presidencia del club, Chivas vive una nueva era, una en la que trabaja e invierte para regresarlo a los puestos de grandeza que debe tener.
“Para mí es importante que la afición entienda lo que hemos venido construyendo en los últimos tres años, que el club ha mejorado radicalmente en muchos aspectos: está estabilizado financieramente; estamos, por primera vez en mucho tiempo, en un momento de mucho potencial para una nueva etapa deportiva”, explica Amaury en charla con RÉCORD.
“Nos tiene muy emocionados y estoy seguro que con Fernando Hierro y el resto del club vamos a lograr regresar a Chivas donde se merece, que es la prioridad número uno, estar en instancias como equipo grande y no descansaremos hasta lograrlo. No dejaré de invertir, de trabajar y de aguantar críticas, tomar los comentarios importantes para seguir creciendo, y de hacer todo para que el club tenga lo necesario para lograrlo”, advierte Vergara.
La pregunta ronda cada vez que el Guadalajara atraviesa una crisis deportiva: ¿Los Vergara han pensado vender a Chivas? A lo que Amaury es contundente: “Ni un segundo, no ha habido ni una plática ni reunión ni interés de un grupo o de un boxeador famoso, de nadie ha venido una conversación que incite o inspire la posibilidad de que vendamos el equipo; es más, hemos tenido más conversaciones para que el equipo no está en venta. Mucho menos se ha explorado la posibilidad de vendérselo a un dueño de otro de otro equipo. No creemos que en manos de otro dueño el equipo puede estar mejor”.
Y encara las críticas y ataques que sufre en la selva virtual, funcionan como motor: “Así como es visible la parte negativa, tengo mucha gente que me apoya y nunca he tenido un incidente fuera las redes sociales, al contrario, muestras de apoyo y confianza, un comentario positivo equivale a mil negativos.
“Tengo un equipo de trabajo que me presenta el termómetro de cómo está la afición, porque me importa mucho lo sientan y cuáles son sus exigencias, porque finalmente para ellos hacemos lo que hacemos; sin embargo, no me mueven ni desestabilizan los comentarios negativos, al contrario, motivan, comprometen más para demostrar que lo que hacemos es porque amo el equipo, porque quiero lo mejor”, asegura Amaury.