La perfección no es eterna, de hecho es efímera, a veces casi imperceptible, pero sumamente disfrutáble y Chivas pudo confirmarlo cuando al minuto tres del juego ante Xolos logró que Uriel Antuna sirviera un balón perfecto para que José Juan Macias lo convirtiera en gol.
La pareja que Luis Fernando Tena y Ricardo Peláez habían visualizado cuando diseñaron a las Chivalácticas estaba dando resultados. Rápidos, certeros y contundentes, así fueron las Chivas en el estadio Caliente para dejar atrás nueve años sin ganar en la frontera.
El Rebaño de Tena no luce como un cuadro espectacular, arrasador o temerario, pero esta logrando ser su mejor versión en los últimos 10 años en el tema de productividad. Y lo hace agarrado de las uñas mientras parece columpiarse en un precipicio. Xolos entregó el juego pronto, después de la expulsión de Mauro Lainez -en una decisión muy rigorista de Marco Antonio Ortiz- y aunque quiso ser competitivo encontró el arco rival hasta el segundo tiempo con un disparo de Martín González.
El cuadro de Gustavo Quinteros dejó que los tapatíos obtuvieran el control de la pelota, decidió que lo mejor era ser ordenados atrás, ante la baja de un hombre, y pensar en una chispa de genialidad. Sin embargo, cuando el destino les puso la pelota en el manchón penal, después de un error de Ponce al cometer una falta en el área, no pudieron aprovechar la inigualable oportunidad.
Bryan Angulo se paró en los once pasos, resopló antes de disparar, con coraje impactó el esférico pero terminó mandándolo al poste derecho de José Antonio Rodríguez. Tema supo que la fortuna estaba de su lado pero no podía confiarse de más. Su equipo controlado atrás solo volvió a inquietar con un disparo centro de Chapo Sánchez que se paseó de manera peligrosa en la línea custodiada por Lajud.
Con los minutos consumiéndose los visitantes comenzaron a desajustarse, cedieron oportunidades al local y Ponce no solo cometió pena máxima, también se hizo amonestar porque no pudo detener a su contrincante en una oportunidad que prometía para más.
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Pero ese momento de perfección que surgió en los primeros minutos del juego fue suficiente para que el Rebaño pudiera alzarse con su segunda victoria del torneo y colocarse en la tabla general con nueve puntos en la jornada siete.
