Chivas estuvo al borde de volver a tener una desafortunada derrota en casa. La desatención de Miguel Jiménez en la portería estuvo a punto de costarle los tres puntos a los rojiblancos, pero Alejandro Mayorga fue el salvador del equipo y consiguió rescatar el empate de 1-1 ante Querétaro.
El Akron sigue sin poder festejar un triunfo del Rebaño Sagrado, pero en medio de un agónico segundo tiempo, lograron dividir unidades con los Gallos Blancos, en un encuentro que bien les pudo dejar sabor a victoria.
La falta contundencia sigue siendo uno de los peores enemigos de la escuadra tapatía. En el primer tiempo dominaron, propusieron y tuvieron intenciones de marcar, pero ninguna de ellas cumplió su cometido, incluso no registraron tiros francos a gol.
La carencia de efectividad pronto tendría consecuencias para los locales, pues un sorpresivo Querétaro fue el encargado de abrir el marcador, en parte gracias a Pablo Barrera, autor del gol, y en parte también por el error que el Wacho tuvo con el control del balón, acción que incluso le costó abucheos de su propia afición.
El sabor amargo comenzaba a mermar en el cuadro de Veljko Paunovic, pero al mismo tiempo parecieron encontrar una inyección de energía que les permitió intentar una y otra vez hasta que Mayorga hizo estallar el estadio con su anotación, su primera del torneo con asistencia de Víctor Guzmán.