Actualmente, la Final entre América y Cruz Azul del Clausura 2013 es para la mayoría el mejor duelo por el título en la historia del futbol mexicano, sin embargo, antes de aquella histórica cita en el Estadio Azteca, la serie que sostuvieron Toluca y Atlas en el Verano 1999 pasó a la historia como la más espectacular y emocionante de la que se tenga recuerdo.
El choque entre los equipos del Ojitos Meza y Ricardo La Volpe fue un auténtico 'choque de trenes', pues los dos clubes se distinguían por practicar un futbol vistoso y contar con jugadores de alta calidad técnica.
Tras un increíble 3-3 en la Ida celebrada en el Estadio Jalisco, la cita del domingo 6 de junio en la Bombonera definiría al Campeón del torneo. Los Diablos Rojos se habían coronado un año antes contra Necaxa, pero los Rojinegros ya arrastraban 48 años de una sequía de ligas que hasta el momento no termina.
Los goles no tardaron en caer. Al minuto de juego, el Misionero Castillo aprovechó un error de la zaga para abrir el marcador, pero Cardozo respondió unos segundos más tarde con una recepción de antología y un disparo de aire para empatar casi al instante. Una locura de inicio.
Pasaron los minutos y los escarlatas aprovecharon su localía para imponer condiciones, lo que se reflejó con un tanto de cabeza de Macías para el 2-1 al 26'. Con este marcador, ambos conjuntos se fueron al descanso.
En la parte complementaria, Zepeda, una de las figuras de la generación atlista, consiguió el empate con un certero cabezazo. A partir de este momento reinó la paridad en el terreno de juego, aunque oportunidades para ambas escuadras no faltaron, incluso Toluca anotó el tercero, pero el tanto fue anulado por fuera de lugar.
Luego de una prórroga en el mismo tenor, no hubo más remedio que definir al ganador con los penaltis. En la serie, Cabuto atajó el tercer disparo del Toluca, ejecutado por Estay. La ilusión tapatía se esfumó en el siguiente tiro, que Osorno estrelló en el travesaño. Cuando más drama ya parecía imposible llegó la muerte súbita, donde Carmona acertó y Hernán Cristante le cerró la puerta de la gloria a la Academia por varias décadas más, al atajar el cobro del Jerry Estrada.
De esta forma, el Diablo comenzó a gestar su época dorada, mientras que los Zorros se quedaron más cerca que nunca de terminar su eterna malaria, pues dirigidos por el Bigotón y con un Rafa Márquez en pleno ascenso, el Atlas de 1999 es considerado por muchos como la mejor Academia de la historia.