Adolfo Ríos, exdirector deportivo del Querétaro, habló para 'TUDN' sobre la reducción en la sanción impuesta al Estadio Corregidora luego de haber sido la sede de hechos violentos entre barristas durante el partido de los Gallos Blancos y Atlas el pasado 5 de marzo.
El exfubolista confesó que las imágenes recopiladas de aquel día le hicieron pensar que los protagonistas de la tragedia estaban conscientes de lo que sucedería por lo que la seguridad se vio rebasada.
El recinto ya no estará inhabilitado por cinco años, ahora sólo tendrá que cumplir con uno.
"Lo que se presentó en documentos me dijeron que estaba en forma y en regla para ser avalado por el comisionado. Si después se rebasó con las imágenes, la gente que grabó con sus telefónos en el conflicto, si las porras parecían estar de acuerdo en que se agredieron mutuamnte, la porra de Querétaro se mantiene en su posición y abajo se ve la riña. El partido estaba bien jugado y pasa una situación que no pudimos reaccionar porque parecía que estaban enterados de va a suceder en tal minuto y así fue, pero fue una tragedia, una desgracia que rebasó a todos".
Ríos destacó que el club se mantuvo pendiente del estado de salud de las víctimas, destacando que no hubo fallecidos como en aquel momento se especuló por el público y los medios.
"No puedo decirte que fue fácil, pero nos preocupamos por estar al pendiente de las personas que fueron agredidas. Fuimos a visitar a las personas al hospital y estuve con el doctor encargado. Hasta el día que salió la última persona bien, sin situaciones graves, no hubi temas de muerte, dimos gracias a Dios y nos deligamos porque sí fue desgastante. Dimos la cara como teníamos que hacerlo. Hemos estado en contacto con Gabriel Solares (uno de los dueños de Gallos Blancos), no merece lo que le está pasando. Saber si hubo una persecución por algunos de los socios, desconozco, pero llegaron a ellos. Tomamos las cosas con más calma".