El Clásico Tapatío fue un ‘embrujo’ rojiblanco. Uriel Antuna se convirtió en la onza para mantener encendidas la esperanza de buscar un lugar entre los primeros cuatro de la tabla general al comandar a Chivas al triunfo sobre el Atlas con un gol y una asistencia.
Camilo Vargas comenzó a convertirse en la figura rojinegra al realizar una salvada increíble sobre su línea de gol al atajar a contrapié un remate de cabeza de Miguel Ponce, provocando la tristeza del Rebaño.
Unos minutos después estuvo a punto de cambiar su etiqueta de héroe por la de villano cuando se equivocó en la salida, dejándola a merced de Isaac Brizuela que se precipitó e intentó un disparo de media distancia sin dirección de portería.
Sin embargo, el partido se paralizó unos segundos en los botines de Uriel Antuna, que empezó a driblar frente a la defensa atlista, comenzando su ‘conjuro’ para romper la igualdad y mandar un zurdazo cruzado que venció al arquero Vargas.
Los Zorros trataron de responder a la ofensa a través de Luciano Acosta, que contó con la fortuna de que un rebote el balón le quedara a su merced con algunos metros por avanzar, pero impactó mal el esférico, mandando la redonda a un costado de la portería.
Chivas no titubeó en causarle otra herida mortal a los rojinegros, en donde dieron una cátedra de futbol asociación al combinarse Alexis Vega con Jesús Angulo, que realizó un cambio de juego para que Antuna nuevamente fuera determinante al habilitar de primera intención a Macías que impactó sin controlar el balón para mandar la pelota a guardar.
Atlas no vendería barata la derrota, por lo que adelantó líneas y trató de reducir distancias, encontrando la oportunidad en un polémico penalti, mismo que fue cobrado sin determinación por Nacho Malcorra, por lo que Raúl Gudiño logró contenerlo, redondeando la noche rojiblanca.
El encuentro fue sentenciado en la recta final por Isaac Brizuela, que se asoció ante la displicencia de la zaga rojinegra, Villalpando dejó solo al Cone que empujó la pelota desde el área chica.
La Academia hizo más decoroso el marcador al provechar la tibieza en la zaga del Guadalajara que cedió unos rebotes en su área, en donde Jeraldino remató, Gudiño contuvo con dificultades, pero el rebote volvió a caer a los pies del artillero que no volvió a perdonar.
Ya en tiempo de compensación, Villalpando derribó a Ortega dentro del área, por lo que el silbante marcó nuevamente penalti en favor de Atlas. Malcorra nuevamente tomó el esférico y ahora definió de manera correcta para vencer a Gudiño.
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