El nuevo entrenador del América, el argentino Santiago Solari, llegó a México con el prestigio de haber puesto orden a un equipo de la talla del Real Madrid, que se caía y que perdía lentamente su prestigio; sin embargo, con autoridad y jerarquía enderezó el camino, y bajo esa misma fórmula es que llegó al Nido de las Águilas.
Distintas fuentes consultadas por RÉCORD aseguraron que Solari ha sido una figura autoritaria y respetable, en donde la prioridad es el trabajo por encima de cualquier nombre o circunstancia.
Si bien apenas van escasos tres entrenamientos al frente del conjunto de Coapa, el estratega sudamericano dejó ver de inmediato cuáles son sus objetivos, y no sólo eso, sino también está marcando un camino a seguir para conseguirlos.
Como una característica contundente está la discreción e intimidad que debe de existir entre el cuerpo técnico y jugadores, y es que Solari ha manifestado su deseo de no revelar lo que se maneje dentro del vestuario: “el vestidor es a puerta cerrada”.
Otro factor que caracterizó al timonel azulcrema durante su paso por el conjunto merengue, fue que no hubo temor para alinear a los futbolistas que mejor estaban sin importar el nombre y peso que tuvieran dentro y fuera de la plantilla, y los casos más recordados fueron los de Isco y Marcelo, futbolistas que eran indiscutibles para Julen Lopetegui, y que con Solari terminaron siendo borrados.
El caso que más destacó fue el del lateral brasileño, ya que Marcelo fue congelado en el banquillo para darle oportunidad a un futbolista del Real Madrid Castilla que a la postre terminó siendo irreemplazable, vendido y seleccionado por su país, Sergio Reguilón, en una muestra de que los canteranos pueden pelearle y ganarle el puesto a los jugadores consolidados.