La constelación azulcrema brilló en el Azteca y sumó otra victoria que confirma su supremacía en el torneo. Gracias al puñado de estrellas que conforma al América, no pesó la ausencia de Diego Valdés y se impusieron 4-3 a Santos.
Las Águilas saltaron a la cancha con el dulce sabor que les dejó el Clásico Nacional, hasta que Juan Brunetta les quitó la sonrisa del rostro con un disparo en el que Ángel Malagón colaboró apenas segundos después de haber iniciado el partido.
El gol rival encendió al líder del torneo, que con todo el peso de su ataque, echó a andar a la maquinaria y el primero en responder fue su capitán, Henry Martín, que en un centro pasado se elevó y acomodó el cuerpo para conectar la pelota a la esquina contraria y poner el empate.
Pero estas Águilas no se cansan de ir para adelante y, cinco minutos después, Julián Quiñones y Jonathan Rodríguez se asociaron para darle la vuelta al marcador a través de una jugada en la que hicieron ver muy fácil la anotación.
Sin embargo, un nuevo error azulcrema pasó factura de gol en contra cuando Álvaro Fidalgo cruzó mal un cambio de juego que cortó Santos y Harold Preciado no perdonó al definir por encima de Malagón.
Lo cierto es que América jugaba para ir arriba en el marcador y el futbol le hizo justicia a minutos del descanso cuando desde el manchón penal, Quiñones convirtió el tercero de las Águilas para recuperar la ventaja.
Reanudaron las acciones y los Guerreros volvieron a sorprender con un gol de vestidor cuando Emerson Rodríguez la clavó en el ángulo con un disparo de media distancia para emparejar la pizarra una vez más.
Esta historia merecía un final azulcrema y Alex Zendejas se encargó de cerrar el relato a su favor al guardar la pelota en una esquina a la que Acevedo ya no pudo llegar y así consolidarse en la cima.
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