Como pudo el Águila voló hasta la cima del torneo. Al América no lo puedes dar por muerto, y el Puebla lo hizo, se confió y en un abrir y cerrar de ojos el marcador estaba en su contra 2-3, del cual ya no se pudo levantar.
Los Camoteros no se dieron cuenta en qué momento ya lo iban perdiendo, pero mucho mérito fue de Miguel Herrera quien lo ganó desde el banquillo y su equipo regresa a casa motivado y listo para anidar en el Azteca los siguientes cuatro compromisos.
Los locales dominaron de principio a fin el primer tiempo y aunado a la desorganización que había en la línea de cinco defensores americanistas, La Franja logró aprovechar su superioridad en un tiro de esquina donde un doble remate dentro del área resultó mortal como la mayoría de veces y Amaury Escoto picó el esférico para vencer a Ochoa.
Pero el muro defensivo terminó por derrumbarse cuando Bernardo Cuesta estuvo cerca de romper las redes con un disparo potente desde las inmediaciones del área ante la mirada pasiva de los defensas.
Sin embargo, el Piojo se dio cuenta de la gravedad del problema, modificó y en menos de 10 minutos empataron el partido. Ema Aguilera recortó la distancia desde los once pasos y posteriormente, el goleador del equipo Henry Martín, emparejó la pizarra con un cabezazo firme ante la incredulidad de los poblanos.
Pero faltaba el gol importante, el que valió los tres puntos y que fue la cereza en el pastel para el América en el segundo tiempo. Obra de Federico Viñas quien aprovechó un error poblano y se metió mano a mano para vencer a Jesús Rodríguez.
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