Solo una valla de granaderos dividió a las barras de América y Chivas en el Clásico Nacional, pues ambos grupos de animación fueron colocados en lo más alto de la cabecera sur del Estadio Azteca, situación que comenzó a salirse de control.
Tras el segundo gol de las Águilas, anotado por Diego Valdés, ambas aficiones comenzaron a intercambiar insultos y a lanzarse algunos objetos, por lo que los elementos de seguridad encargados de custodiarlos tuvieron que intervenir para calmar las aguas, sobre todo a los seguidores del Rebaño, quienes incluso forcejearon con los policías.
Desde hace un par de torneos, La Monumental, barra de las Águilas fue removida a la cabecera sur del Coloso de Santa Úrsula, esto, tras las medidas que se tomaron tras los hechos de violencia en Querétaro el año pasado, pues su lugar habitual en la cabecera norte fue habilitado para las familias.
Sin embargo, hasta antes de aquel episodio en La Corregidora, las barras de los equipos visitantes que acudían eran concentradas justo en lo más alto de la cabecera sur, algo que, de acuerdo con la Liga Mx ya estaría prohibido, por lo que ninguna barra visitante podría hacer acto de presencia en ninguna cancha del futbol mexicano.