La mancha del narcotráfico se hizo presente en el futbol de categorías de ascenso, pues Raúl Flores Hernández, quien es señalado como narcotraficante por el Departamento del Tesoro de EU, fue dueño de los Guerreros de Autlán, con razón social Club Deportivo Morumbí, el cual habría sido una de sus principales fuentes para el lavado de dinero.
Según la investigación que realizó el organismo gubernamental estadounidense, este club fungía como medio para poder desviar recursos. Vale señalar que del equipo salieron jugadores que hoy en día militan en equipos de la Primera División del campeonato mexicano.
El proyecto comenzó como Promotora Morumbí, donde los jugadores reclutados participaban en Cuarta y Quinta División contra las divisiones inferiores de los principales clubes de Jalisco, es decir, Chivas, Atlas, Tecos y Leones Negros de la UdeG.
RÉCORD pudo confirmar que los juveniles futbolistas, que oscilaban entre los 13 y 14 años, recibían un salario de 4 mil 500 a 5 mil pesos mensuales, además de tener la comida y hospedaje por seguir entrenando en las instalaciones ubicadas cerca de la Plaza Galerías de Guadalajara.
Algunos jugadores del equipo y que surgieron de este proyecto son Armando Zamorano, que actualmente está con los Gallos Blancos del Querétaro, David Andrade, quien milita en Santos, Leonardo Bedolla que estuvo con los Xolos y ahora milita en Tuxtla Premier, entre otros futbolistas.
La mejor etapa del equipo fue en el torneo Apertura 2004 cuando fueron campeones de Tercera División y subcampeones en segunda.
El club, inclusive cerró un convenio con Jaguares de Chiapas, donde los jugadores reclutados eran los encargados de disputar los duelos de visitante del conjunto chiapaneco de la categoría Sub 17.
También, el Club Deportivo Morumbí participó en algunos torneos internacionales, como la Copa Dallas en 2009, llamando la atención de algunos equipos.
Flores Hernández dejó de ser presidente en 2008, año en que los Guerreros desaparecieron de las categorías de ascenso del futbol mexicano.