Con los tres puntos en la bolsa hubo un excelente ambiente en la Selección Mexicana en el vuelo de regreso. Poco importó que el viaje de vuelta a suelo azteca tuvo un pequeño retraso pues, aunque cansados, los jugadores estaban de buen ánimo.
El camino al aeropuerto de Paramaribo se realizó conforme lo planeado, ahí en los puntos de migración todos fueron obligados a pasar sin zapatos por los filtros de seguridad como cualquier pasajero, una instrucción que tomaron de la mejor manera.
Fue ahí donde comenzó la espera, detalles con la tripulación y el avión hicieron que el despegue se alargara un poco más de lo pensado, sin embargo, el momento de aprovechó para saludar y platicar mientras llegaba el momento de abordar.
Diego Cocca volvió a aprovechar el rato para juntarse con sus centrales Johan Vásquez e Israel Reyes y darles algunas indicaciones; al tiempo en que Carlos Acevedo saludó y platicó con Oswaldo Sánchez, quien compartió el mismo vuelo que ellos.
Los futbolistas surgidos de Pachuca se adueñaron de una mesa y juntos esperaron hasta el llamado: Erick Gutiérrez, Kevin Álvarez, Roberto de la Rosa y Erick Sánchez; mientras que Diego Lainez y Santiago Giménez charlaban y reían en otro punto de la sala.
Cerca de las 2 de la mañana hora de Surinam inició el abordaje, en cuestión de 10 minutos todos estaban todos ocupando sus lugares y una vez que el avión despegó prácticamente todos se quedaron dormidos.
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