Los paisanos adornaron con los colores patrios el Allegiant Stadium. A pesar de que Estados Unidos es el equipo local, como ya es una costumbre la afición mexicana se hizo presente y en las tribunas fueron superiores.
La afición azteca se apoderó de La Vegas y le arrebató a los estadounidenses la etiqueta de local, haciéndose sentir con intensidad en cada oportunidad.
Las gigantescas pantallas del inmueble evidenciaron al conjunto de las Barras y las Estrellas, pues en cada ocasión que algún futbolista mexicano era enfocado, el público explotaba en ovaciones y aplausos ante el intento fallido del sonido local que intentaba disimular el ruido.
Pero la superioridad tricolor no nada más se notaba dentro del estadio, en las inmediaciones del estadio y en todos los accesos predominaron el verde, blanco y rojo además, de los accesorios tradicionales como máscaras de luchadores, sombreros de charro y jorongos.