La categoría se impone. Es un señorío que no tiene disputa. México ha salido a la cancha de Rostov del Don por el triunfo, por el primer lugar de grupo y Corea del Sur se planta en busca de no perder, se afianza a una sorpresa para sumar y seguir con vida en Rusia.
La era de las rotaciones acabó. Juan Carlos Osorio introdujo un cambio en su once, sacó a Ayala e inició Edson por derecha en la zaga, Salcedo se recorrió al centro. El resto, lo mismo que contra Alemania. Soberbio. El Tri buscó desde el primer minuto, pero sin volverse loco. Hasta que cayó la falta en el área rival.
Penalti bien marcado por mano en el área: pase de Hernández a Guardado, que se interna, recorta y manda balón a media altura que se estrella en el brazo de Jang, defensa que barrió descompuesto.
Carlos Vela está hecho un monstruo. La madurez que le dio faltar al Mundial anterior se transformó hoy en el gol que tiene adelante al Tri, un cobro excelso desde los once pasos de zurda, a la izquierda del portero Jo. Tremendo. La defensa asiática duró 26 minutos.
En la zaga, Salcedo es el único que se notó nervioso, agobiado por la intensa presión de Son, el ‘7’ coreano, que en una descolgada y triple remate al arco puso el mayor peligro asiático. Una bicicleta que se tragó Álvarez generó la siguiente. Y luego un tiro lejano que sacó por arriba Ochoa, despierto ante los chispazos.
Posesión del 68% para México, ¡con 88% de pases completos! Una barbaridad de dominio. Herrera y Guardado ponen el ritmo, Vela trata de prender y Lozano ha defendido mejor de lo que ha atacado.
El himno volvió a erizar la piel, de Rostov a la Ciudad de México. Somos locales otra vez en Rusia. Se quedó afición fuera de la Arena, mientras México termina de amarrar el primer lugar del grupo.