Y sí lo vieron: “¡Somos locales otra vez! Y ya lo ven…”. En la presentación de México en Qatar 2022 ante Polonia la ola verde volvió a ser tsunami, arrasó con los polacos en el Estadio 974, en número y folclor, en cánticos y rechiflas. No hay forma de que nos ganen en una tribuna mundialista.
El Cielito Lindo saltó del corazón a la noche de Doha, así como el Son de La Negra. Con el Himno Nacional Mexicano aparecieron las de cocodrilo, simbólicas con Alexis Vega, que contagió a su compañero a la derecha, Edson Álvarez. Retumbó el ‘masiosare’.
La ya infaltable de nuestro favorito: “¡El-Chu-cky-Lo-za-no!”, que ha hecho olvida en México que algún día existió el “O-ri-be-Pe-Raúl-ta”. O la original Seven Nation Army de The White Stripes. Hasta FIFA la quiso adoptar y no se la prestamos.
El tapiz era verde, escasos polacos, escondidos, opácanos por el fervor más intenso que cada cuatro años conquista al Mundial. Al menos en la tribuna y calles. Sombreros charros, máscaras de luchador, que sí permitieron ingresar, trajes de Chapulín Colorado y penachos. Hasta el mentado Caramelo detrás de la portería de Ochoa.