El Estadio Azteca tenía la complicada tarea de organizar el regreso masivo de la afición para un partido de la Selección Mexicana y aunque lo logró por momentos no fue suficiente para evitar la molestia de la afición
La gente comenzó a impacientarse y las molestias se hicieron sentir en los torniquetes de ingreso para el inicio del partido lucían abarrotados.
Las autoridades del Estadio Azteca abrieron las puertas del recinto en punto de las cinco de la tarde, tres horas antes del silbatazo inicial y como era de esperarse, la afición atendió al llamado.
En torniquetes, el Fan ID comenzó sin contratiempos el sistema y poco a poco fueron ingresando los más puntuales. La gran mayoría de la afición llegó al Coloso de Santa Úrsula con el proceso de acreditación realizando al cien por ciento, por lo que solamente unos cuantos necesitaron asistencia para hacerlo en la explanada del Azteca.
Todo marchaba bien, incluso cuando un puñado grande de aficionados estadunidenses llegó al encuentro apoyado por personal de la FMF, sin embargo, las horas pasaron y las filas se hicieron más extensas conforme llegó más público, lo que generó lentitud en el ingreso al inmueble ya muy cerca de la hora del partido.
RÉCORD pudo charlar con un aficionado que vino desde Reynosa Tamaulipas para disfrutar este partido entre México y Estados Unidos, pero no se imaginaba que no iba a entrar al juego desde de un inicio.
Y es que el juego ya comenzó, pero este hincha sigue en la fila para poder entrar. “Llevo como una hora y pues hay mucha fila”, comentó. A pesar de esperar tanto tiempo, mencionó que esta medida del Fan ID está bien para salvaguardar la seguridad tras la barbarie en Querétaro.
“Se me hace bien (el Fan ID) por lo que pasó en Querétaro, pero todavía falta como una horita para que entre a mi lugar, si bien nos va ya para el segundo tiempo. Me siento frustrado, pero es para la seguridad de la gente”, expresó el hincha.