El tema de presuntos actos racistas en contra del árbitro Adalid Maganda por parte de jugadores de Pachuca en el duelo contra Atlante de la Copa MX, parece ser incómodo para Enrique Bonilla, presidente de la Liga MX, quien sólo se limitó a decir que no existe reporte alguno sobre el incidente.
"Hubo un reporte del árbitro y del comisario. En ningún momento se habla de sonidos ofensivos ni que puedan implicar actos de racismo", dijo el dirigente a los medios de comunicación.
El directivo señaló que el reporte de los colegiados refiere indisciplina de los jugadores más no actos de burla en contra del cuarto oficial.
"Se presentó un equipo muy joven que tomó a broma la inspección por parte del cuarto oficial y se dedicaron a echar relajo hasta que hubo una llamada de atención del entrenador, ese es el reporte que tenemos. No fue el de unos jugadores profesionales que debieron alinearse si no que fue un grupo de muchachos echando relajo", dijo.
De lo que sí pudo opinar sin problema fue de la pelea entre aficionados que se desató el sábado pasado en Pachuca, previo al duelo entre Tuzos y América. Bonilla explicó que hay detenidos y espera que reciban una buena sanción.
"El sábado en Pachuca se activó el protocolo de seguridad, intervino la policía y hay siete detenidos que fueron remitidos al Ministerio Público y se está siguiendo el curso de las averiguaciones y esperemos que se aplique con rigor la ley y cumplan con su sanción.
"Esperemos que se actúe con el total cumplimiento de la ley y estas personas sean castigadas. Buscaremos que sean personas non gratas. Nos llevará todavía un tiempo y recursos el poder instalar sistemas de reconocimiento facial, pero buscaremos que las personas sean señaladas por los propios aficionados para sacarlos de los estadios".
Finalmente el mandamás de la Liga MX pidió la ayuda de los aficionados para detectar a las personas que generan violencia en los estadios, para que así puedan ser erradicados los problemas.