Estadio Azteca se rinde ante los ídolos

Cuauhtémoc Blanco en su encuentro de despedida con el Tri
Cuauhtémoc Blanco en su encuentro de despedida con el Tri
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MEXSPORT
ENRIQUE MARTÍNEZ
| 24 Abr, 2016

La cancha del Estadio Azteca no sólo ha visto grandes hazañas del futbol, también ha sido testigo de las despedidas de grandes figuras.

Varios iconos del balompié mexicano se despidieron sobre el ‘sagrado’ césped del Coloso de Santa Úrsula, lugar donde muchos dejaron el alma en cada partido y tuvieron la fortuna de ‘colgar los tenis’ en este campo.

Jugadores como Enrique Borja, Fernando Bustos, Miguel Marín, Ignacio Flores, Hugo Sánchez y Cuauhtémoc Blanco pueden contar que vivieron su último partido en el Azteca.

 

 

Hace pocos meses, la grada de este estadio dos veces mundialista, vio cómo Cuauhtémoc Blanco se despedía de forma definitiva de las canchas, en el partido entre América y Morelia del Clausura 2016.

‘Temo’ se cansó de derrochar clase en este inmueble con América, Necaxa y la Selección Mexicana, con la que también dijo adiós en un juego amistoso contra Israel, previo a la Copa del Mundo de Brasil.

En 1977, Enrique Borja, uno de los grandes ídolos, también se despidió del profesionalismo. El delantero de las Águilas se fue anotándole dos goles a su exequipo, Pumas.

La despedida de Borja fue muy emotiva. El Azteca se rindió ante el delantero que saltó a la cancha de la mano de sus dos hijos, mientras la afición coreaba su nombre.

Hugo Sánchez durante su despedida del Tri

Hugo Sánchez durante su despedida del Tri|ESPECIAL

Otro adiós significativo fue el de Miguel Marín con Cruz Azul. El ‘Superman’ se fue del futbol y ese día hasta el cielo lloró. Una fuerte lluvia sobre el Coloso de Santa Úrsula fue testigo de cómo uno de los mejores extranjeros que han venido a México se iba de las canchas.

La última vez que Hugo Sánchez vistió la camiseta de la Selección fue en 1998, cuando en un partido amistoso contra Paraguay, se despidió del futbol. El ‘Niño de Oro’ arrancó como titular, tocó la pelota y el juego se detuvo para que recibiera el cariño de la afición en una vuelta olímpica.

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