Un concierto de errores se vivió al interior del Estadio Corregidora durante el empate sin goles entre los Gallos Blancos del Querétaro y los Diablos del Toluca, que culminó lleno de emociones.
Desde el comienzo del cotejo se repartió la posesión del esférico, y a su vez, las oportunidades de gol; Tiago Volpi, guardameta de los locales, fue exigido al máximo por un ataque comandado por Triverio y Uribe.
Lamentablemente para la causa mexiquense, el atacante argentino no fue capaz de continuar en el encuentro e ingresó Lucas Lobos para reemplazarle; dicha modificación condicionaría el ritmo de las acciones y el descanso llegaría para refrescar los ímpetus.
Apenas iniciada la segunda mitad, llegó un nuevo héroe para Toluca; al 55', tras la marcación de una pena máxima cobrada por Sinha, Alfredo Talavera se estiró al máximo y alcanzó a desviar la redonda para mantener en cero su puerta.
Inmediatamente, el seleccionado nacional tuvo que ser reemplazado por lesión, y casi al instante Liborio Sánchez, su reemplazo, se lució con un par de grandes atajadas que cooperaron a la igualada.
Al final, los porteros se robaron la noche y nadie fue capaz de sacudir las redes; los tres guardametas requeridos lo dieron todo a cada momento, y la igualada no fue del todo amarga en la Corregidora.
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