La novela de Gastón Silva con Torino, de Italia; Independiente, de Argentina; y Pumas, de México; tuvo condimentos de los más sabrosos, pero ya consiguió su punto máximo.
Pese a que el litigio continúa por la vía legal, FIFA habilitó al charrúa y podrá debutar en el equipo de Ariel Holan el próximo domingo por una nueva fecha de la Superliga argentina.
“Estoy realmente feliz, este tiempo lo padecí. Es muy difícil concentrarse en tu trabajo cuando sabes que hay un conflicto que no te permite ejercer tu derecho al trabajo. Por suerte lo peor ya pasó y ya puedo hacer lo que más me gusta: jugar”, aseguró Silva a RÉCORD. El hombre más buscado por la prensa mexicana eligió a nuestro diario tras muchos días y rompió el silencio para contar su verdad.
¿Qué fue lo que pasó entre Pumas y Torino?
Lo que pasó fue muy sencillo: Pumas negoció con Torino su parte, y la mía, que iba por otro lado, no llegó a un acuerdo. Ellos (Pumas) dialogaron con mi representante de una forma, se avanzó en la negociación, pero no se llegó a un acuerdo.
Independiente aparece después de mi decisión de no arreglar con Pumas. Es cierto que Ariel Holan me había llamado y me había contado sobre su interés para mi incorporación, pero no pasó de una charla. Y es lógico. Un entrenador llama para contar qué ofrece y qué pretende. Yo lo escuché e incluso le dije que los felinos negociaban por mí con Torino y no supe más de él. La llamada oficial de Independiente para negociar mi pase vino después de que yo haya decidido no ir a Pumas.
¿Por qué decidiste no aceptar lo de Pumas cuando en un principio parecías estar de acuerdo?
Porque a mí me plantearon una propuesta que me interesó y cuando llegó el momento de avanzar con los puntos más importantes ya resueltos, me cambiaron las condiciones. Eso no se hace. Si te dicen: yo te puedo dar esto, y esto, y al otro día te mandan un papel que dice otra cosa, ¿no te molesta?
Pensé, si me cambian todo antes de tener la responsabilidad de un contrato firmado, no me quiero imaginar una vez fichado. No me gustó. Yo digo algo y lo cumplo, no cambio lo que acordé de un plumazo. ¡Yo hablaba con ellos de un contrato por tres años! Todo debía ser claro porque es mucho tiempo y me subestimaron.
¿Qué fue lo que no te gustó?
Me pidieron que viajara sin representante y me negué. Fue su abogado el que me dijo eso. Le expliqué que para eso tengo un representante, que entiende de temas legales y de dinero porque yo no entendía nada, que para eso tenía personas especialistas en el tema y que me debía acompañar. Me dijeron que no. No eran detalles menores: eran económicos, primas, también sobre mi derecho de imagen.
¿Llegaste a hacer la visa de trabajo?
Sí, claro. Era una manera de agilizar las cosas porque además me dijeron que si no la tenía, que no viajara. Me pareció justo y lógico, y como nos estábamos poniendo de acuerdo en todo, era lo que debía hacer.
Hasta ese momento no había una sola propuesta formal de Independiente, pero yo ya estaba molesto porque con todo casi acordado me cambiaron las condiciones de trabajo y además no querían que me acompañara la persona que entendía del asunto de papeles. Ahí empezó el problema, empecé a desconfiar.
Pumas con Torino había resuelto su parte, pero faltaba la mía. No había un acuerdo formal, negociábamos para que lo hubiera y no lo hubo.
¿Llegaste a hablar con el presidente de Pumas?
No, yo hablé un par de veces con el abogado de ellos, porque cuando me avisan que me cambian las condiciones pactadas decidí llamarlo. Después el vicepresidente de ellos me llamó para advertirme, en el caso de viajar, cómo debía comportarme con los medios que aparecerían en el aeropuerto. Algo descabellado porque yo reclamaba cuestiones serias de trabajo y él me aconsejaba de la parte mediática. Yo no firmé nada y me vine para Argentina. Habré llegado un sábado, e Independiente me llamó el lunes, si no me equivoco.
¿Qué fue lo que te llevó a priorizar a Independiente?
La seriedad que demostraron, la grandeza del club y la paciencia y buena voluntad que tuvieron ante la adversidad con todo lo que pasó. Otro club se tira para atrás ante algo así y ellos apostaron y creyeron en mí pese a todo.
Te digo más: yo soy un jugador muy responsable, pero con Independiente siento una mayor responsabilidad porque apostaron por mí de un modo que siento que tengo que retribuírselo con creces. Dios quiera que todo salga como lo merece el club porque se han portado conmigo, mil puntos. Los jugadores valoramos cuando nos cuidan y tratan bien porque somos personas, no objetos.
¿Qué sensación te quedó con Pumas?
Yo quise ir a Pumas, no bien demostraron interés por mí, pero, lamentablemente, quienes manejan al club dicen una cosa y después hacen otra. Pumas es enorme, de lo más grande de México. Por eso cuando se interesaron en mí quise llegar a un acuerdo y puse la mejor voluntad.
La afición es inmensa porque el cuadro auriazul es un grande de allá y seguramente debe estar desilusionada conmigo, pero tiene que saber algo: el club es grande, pero los que lo conducen lo llevan por el mal camino. No creo que semejante institución los merezca.
Estoy con mi conciencia tranquila y FIFA habilitándome me dio la razón. Yo no me manejé mal, los que se manejaron mal fueron los dirigentes y en eso, la afición y la historia del club no tienen nada que ver.