Familiares y amigos de Melquiades Sánchez Orozco acudieron este martes a la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús para presenciar la misa que se realizó en honor a quien durante 52 años se dedicó a darle voz al Estadio Azteca.
Edith Sánchez de la Rosa dijo estar agradecida por todas las experiencias que vivió junto a su padre, pues asegura que cada una de ellas le dejó un hermoso aprendizaje.
"Su partida nos deja el legado de querer ser una mejor persona. Nos inculcó la curiosidad por la vida y el deseo de querer aprender todo el tiempo" aseguró al término de la ceremonia religiosa.
Francisco Reyes Olvera dijo estar sumamente agradecido por todo lo que pudo aprender de Don Melquiades.
"Es una dura pérdida para la vida, pero también es la consagración de una leyenda. Le aprendí el respeto al oficio de la locución y a toda la gente a la que llegamos a través de la voz", comentó.
El actual vocero de Cuauhtémoc Blanco manifestó su deseo por ser la nueva voz del Coloso de Santa Úrsula; sin embargo, reconoció que asumiría ese puesto con mucho cariño y respeto.
"He sido la voz alterna, pero por ahora vamos a esperar instrucciones de la empresa. Si se llega a dar esa situación, trataré de honrar en todo momento ese micrófono y de estar a la altura de dicha responsabilidad", finalizó.
Melquiades Sánchez Orozco falleció por causas naturales el domingo pasado a la edad de 90 años. El último partido que presenció fue el Clásico Nacional entre América y Chivas, en el cual le dio voz a las anotaciones de Alan Pulido y Andrés Ibargüen.