No más, no ante Tigres, fue lo que se propuso Monterrey en la Final de Concachampions y así lo cumplió. Sin titubear, con futbol soberbio, impecable, Rayados logró alzar su cuarto título internacional frente a su antagonista,
Con un marcador global de 2-1 los de Diego Alonso cobraron venganza de la Final de Liga del 2017, cuando los dirigidos por Ricardo Ferretti los silenciaron en el Gigante de Acero.
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Rayados sabía que no podía conformarse con el 0-1 obtenido en el juego de Ida, por lo que necesitaba sepultar a un rival que amenazaba con hacer daño. Por eso desde los primeros minutos decidió atacar, controlar el balón, hacer sentir su campo. Tigres tuvo que aguantar, jugar en su propio campo, y tratar de cortar los avances del local.
Al minuto 16 la presión fue evidente, al tratar de cortar una jugada de peligro, Salcedo casi metió un autogol que hubiera matado a los felinos. Monterrey entendió que su momento era ese, así comenzó a presionar más y más hasta que al 23', en una jugada por la izquierda, Pizarro recibió una falta dentro del área de Chaka Rodríguez, lo que originó un penalti para los de Diego Alonso.
Nicolás Sánchez, otra vez, como en el primer duelo, puso el balón en la red con un disparo potente, que dejó sin oportunidad a Nahuel Guzmán.
Con el tiempo encima, Tigres mandó a su artillero Gignac para convertir el duelo en una hazaña épica. El francés, al 55 les dio esperanza con un remate de cabeza imponente, que Barovero apenas pudo detener.
Los felinos estaban de vuelta y el error de Monterrey tenía que llegar, ya que habían decidido ceder la pelota a su rival. Así llegó el gol al 85', en piernas del francés. Con una tijera en el área, cuando se encontraba completamente solo, Gignac la mandó hasta el fondo de la red para ponerle dramatismo a la Final; sin embargo, poco pudo hacer Tigres para igualar el marcador.
La sangre hirviendo provocó un conato de bronca en las bancas, la impotencia de perder en el Clásico Regio, y en una Final fue demasiado para los felinos que no pudieron marcar la diferencia en la cancha.
Monterrey pudo cobrar venganza para coronarse como Campeón de la Concachampions ante su más odiado rival.