Un ambiente inmejorable fue el que se vivió momentos previos al arranque de la gran Final entre Monterrey y Pachuca, pues un mega mosaico adornó las gradas del Estadio Bancomer.
Las gradas de la nueva casa de Rayados se pintaron espectacularmente de azul y blanco, gracias a la participación de los aficionados, en apoyo a su equipo, que llegaba al juego definitivo con el marcador en contra de 0-1.