La metamorfosis empezó en Cruz Azul con el fin de salir de la crisis de resultados por la que atraviesan en este torneo y el primer cambio fue destituir a Sergio Bueno y traer a Tomás Boy en busca de cambiarle la cara al equipo.
En el partido del sábado contra Dorados, mostró algo de lo que Boy pretende hacer en el equipo. Cambió la formación de 5-3-2 que venía utilizando Sergio Bueno, a 4-3-3, con Matías Vuoso como eje de ataque, acompañado por Christian Giménez y Fernando Belluschi, quienes por momentos jugaron detrás del Toro.
“Han jugado por primera vez juntos, se cambió el esquema, no es fácil conseguirlo, hemos ubicado jugadores en más posiciones ofensivas para trabajar”, explicó Boy sobre el accionar celeste.
La defensa sufrió cambios con la salida de Fausto Pinto, quien con Bueno era tercer central, y la entrada de Gerardo Flores por la banda derecha, un lugar que habitualmente era de Richard Ruiz.
“Construir una defensa es lo más difícil que hay en un equipo. Esta defensa no ha jugado mucho; hay dos jugadores nuevos como Mendoza y Fabio Santos, que estaba jugando en una posición más adelantada y nos puede ayudar al ataque”, dijo el pasado sábado.
Además, Boy mandó a la banca a Lucas Silva, que era indiscutible con el antiguo entrenador.
En cuanto a los refuerzos foráneos, el Jefe echó mano desde el inicio de Federico Carrizo y Fernando Belluschi, ambos estuvieron borrados en la era Bueno, mismo caso de Jorge Benítez, quien entró para disputar los últimos minutos contra Sinaloa.
