En tiempos recientes, las Chivas de Guadalajara se han caracterizado por generar cierta polémica con sus uniformes alternativos, que han ido desde un verde fosforescente hasta el atípico gris en pro de una causa noble.
Fue entre 2008 y 2009 cuando Chivas puso un estandarte difícil de rebasar en cuanto a la polémica de sus uniformes; en ese año, además de las líneas que partían del centro hacia las afueras, el Rebaño reemplazó su tradicional rojo por un verde fosforescente.
Pese a ello, los Rojiblancos cruzaron al extremo contrario en la segunda mitad del 2009, cuando hicieron uso de un tercer uniforme, por la no violencia, en su mayoría a dos tonos: blanco y gris, mismo color que prevaleció en el principal patrocinador del club, ahora ausente.
Para la Copa Libertadores de 2010, el Rebaño saltó al campo de juego con otra equipación también polémica; las delgadas líneas rojas, apenas perceptibles, contrastaban en demasía con el verde del cuello y azul en short y calcetas. Ese fue el atuendo con el que cayeron en la Final vs Internacional.
En 2012, el Rebaño volvió a los uniformes coloridos, y apostó por un azul celeste con distintos tonos cruzando el pecho en forma de 'V'; en ese entonces, Omar Arellano figuraba entre los referentes del club.
Una de las últimas innovaciones de Adidas con el Rebaño fue un uniforme a dos tonos, tanto en el jersey como en las calcetas, que no fue bien acogido por la gran mayoría de la afición, dadas las líneas horizontales y la opacidad en su color.
De la mano de Puma, en 2016 el conjunto de Verde Valle sorprendió con un uniforme de visita en blanco con una ancha línea azul y roja, que pese a su elegancia, fue criticada en redes por su similitud a la de clubes como el Olympique de Lyon, Estados Unidos y Rusia.