La historia de Omar Bravo continúa escribiéndose con letras de oro en el Club Guadalajara. El futbolista mochiteco, criticado por su escasa cuota goleadora en los últimos torneos, ha tomado un segundo aire y se vistió de héroe para darle una edición más del Clásico Nacional a las Chivas.
Con su doblete en el estadio Azteca, el Rebaño derrotó 2-1 al América y sumó su tercera victoria consecutiva bajo el mando del timonel argentino, Matías Almeyda, dándoles un respiro por el momento tan complicado que atraviesa la escuadra en este momento.
El delantero, máximo goleador de los Rojiblancos, recuperó su olfato goleador y acumula ocho dianas en 10 partidos del Apertura 2015, con lo cual se ubica en el tercer peldaño de los máximos anotadores del torneo, pero sembrado como el mejor mexicano.
También se consagró como el mayor artillero en activo del futbol mexicano, pues llegó a 148 anotaciones e igualó el registro de Luis Gabriel Rey, atacante del Puebla, y se mantiene enrachado para ampliar su récord como el más grande romperredes de las Chivas.
Y aunque ha vestido los colores del Atlas, el rival más odiado de la ciudad, el Guadalajara ha sido el equipo en el que sin duda ha dejado sus mejores actuaciones.
El entorno de América y Chivas, previo al Clásico de este torneo, era diametralmente opuesto, por lo que los de Coapa se veían como favoritos. Sin embargo, en otra gran tarde de Bravo, los tapatíos se vistieron de gloria.