Una carrera de las más exitosas como la es la de Rafael Márquez ha llegado a su fin. El Káiser disputó sus últimos minutos en el balompié profesional, a nivel de clubes, y se le vio muy participativo en el partido entre Atlas y Pachuca que terminó sin goles, acomodando a sus compañeros como el líder que demostró ser en sus 22 años como futbolista profesional.
Previo al arranque del encuentro, la directiva de Pachuca, encabezada por Jesús Martínez, le realizó un homenaje al capitán del Atlas, al inmortalizar su nombre y colocarlo en uno de los palcos del inmueble.
Además, en la foto habitual que se toman los equipos antes del silbatazo inicial, Rafa Márquez fue invitado por Pachuca para compartir retrato y así reconocerle una trayectoria de oro.
Rafa se despidió de la Liga de gran forma, jugando todo el partido a una intensidad como la que tiene un juvenil, presionando desde arriba la salida del rival, dirigiendo y motivando a sus compañeros.
No obstante, los colores quedaron a un lado en el Estadio Hidalgo, pues tanto aficionados rojinegros como hidalguenses aprovecharon cualquier momento para ovacionar y despedir a un ídolo que deja un legado en nuestro país.
Con 39 años de edad y 20 títulos en su palmarés, entre clubes y Selección, el de Zamora, Michoacán, tomó la decisión de colgar los botines y que mejor manera de hacerlo, vistiendo la camiseta del equipo que le dio la oportunidad de cumplir su sueño de ser futbolista.
El momento emotivo de la noche llegó cuando el árbitro central dio el silbatazo final, aficionados rojinegros comenzaron a corear el nombre del michoacano, quien respondió agradeciendo y besando el escudo del equipo; también se unieron a la ovación los hidalguenses presentes.