El 26 de mayo de 2013 quedó marcado en la vida de Moisés Muñoz al ser el héroe de la Final contra Cruz Azul, gracias a un gol de cabeza que ‘resucitó’ al América en tiempo de compensación cuando todo parecía perdido. A la postre, el duelo se fue a tiempos extra y las
Águilas lograron en penaltis su título número 11.
A tres años exactos de aquella verdadera hazaña en el Estadio Azteca, Moi recreó la jugada que lo convirtió en un histórico del club y, después de recibir el consentimiento del entonces técnico Miguel Herrera para subirse a rematar en busca del empate global, un cabezazo agónico, que desvió Alejandro Castro, terminó en el fondo de la cabaña de Jesús Corona y el drama, la tristeza, felicidad y catarsis estuvieron presentes.
“Cuando iba corriendo hacia la portería contraria volteé ligeramente a la banca para ver si tenía también el respaldo de mi técnico y obviamente con el entusiasmo, las ganas y la vibra que él tenía en ese momento, me dijo que fuera al ataque. Entonces sí hubo una comunicación con Miguel (Herrera) en aquel entonces y accedió a que yo pudiera subir a rematar”, apuntó el guardameta.
“Fueron dos tiros de esquina casi continuos; en el segundo, es un momento que no había otra cosa qué hacer, era el último recurso, fue un movimiento tal vez de desesperación porque no quedaba otra cosa en los últimos instantes del partido; vino un remate de cabeza y un desvío que terminó en el arco rival y nos permitió continuar para buscar el título”, agregó Muñoz.
Después de la escena, Moisés fue ‘tacleado’ por sus compañeros en el festejo; al levantarse, volteó hacia el palco donde se encontraba su esposa Verónica y sus hijos, y no dudó en dedicárselos alzando el brazo hacia ellos y lanzándoles besos.
“Es algo que en mi mente sigue con un poquito de incredulidad por todo lo que sucedió, afortunadamente fue real y algo que logramos como equipo. Me tocó participar y cooperar de alguna manera para lograr el campeonato. Todo lo que hice durante, antes y después del gol es algo que nunca voy a olvidar y quedará plasmado en mi cabeza para la eternidad”, compartió.
El próximo domingo el Estadio Azteca celebrará 50 años de vida y el arquero del conjunto de Coapa agradece que el 26 de mayo del 2013 sea inolvidable por siempre.
“Han habido grandes Finales y momentos, sin duda alguna éste de la Final contra Cruz Azul y el gol es uno de ellos. Quiero pensar que me he ganado un lugar en la historia del América y yo encantado de la vida porque es el equipo al que le voy desde pequeñito y soy americanista de corazón”, señaló.
LA OTRA CARA DE LA MONEDA
La anotación de Moisés Muñoz en los últimos segundos del tiempo regular de la Final representó un fuerte golpe anímico para Cruz Azul.
“Seguramente para todo el equipo (Cruz Azul) fue un momento muy difícil. Después de la ventaja que tenían, el hombre de más, todo quedó frustrado después de los 90 minutos y los penaltis. Es uno de los peores momentos que seguramente les ha tocado vivir”, mencionó.