El técnico del América, Ignacio Ambriz, cerró las bocas que dudaban de sus capacidades al frente de las Águilas. Sobre todo, cuando un año antes el buen futbol y espectáculo fueron cómplices de la efectividad de sus predecesores.
Sin embargo, uno de los temas que no mejoraron bajo la tutela de Nacho, y que sigue siendo un pendiente en el equipo de Coapa, es la indisciplina en los jugadores.
A lo largo de su primer torneo del entrenador (Apertura 2015) acumuló 66 tarjetas amarillas y ocho expulsiones. Con esta marca fueron el equipo más indisciplinado de la Liga en esa campaña.
Al despedir ese semestre, el timonel se comprometió a que el plantel mejoraría su comportamiento dentro de la cancha, ya que en los momentos en los que perdían la cabeza eran una negativa para el funcionamiento y resultados del equipo azulcrema.
El compromiso para el semestre del Clausura 2016 era mantener la disciplina en el terreno de juego, el cual cumplieron en dos partidos. No obstante, pronto cayeron en la desesperación y comenzaron a acumular cartones, sumando 60 amarillas y diez rojas.
El registro fue en contra del técnico de las Águilas, ya que en este año futbolístico suman más tarjetas por expulsión (18) que cualquier director técnico en los torneos cortos en el futbol mexicano.
En el último torneo, las multas y obras sociales eran la condición para que el plantel sentara cabeza y olvidara el tema de la indisciplina en la actual campaña.
Pero terminaron el torneo con dos expulsiones en la Semifinal ante Monterrey: Osvaldo Martínez y Paolo Goltz, quienes no verán acción al inicio del Apertura 2016. El compromiso del entrenador en esta nueva oportunidad de dirigir al América será mejorar la disciplina de raíz y así no verse afectados en el terreno de juego.