Tigres terminó con la racha ganadora del América, pues derrotaron a las Águilas apenas 1-0 en el Azteca.
El equipo de Nacho Ambriz no perdía desde la Jornada 2, pero los del Tuca Ferretti lograron salir del Coloso de Santa Úrsula con la victoria mínima.
La figura del partido no fue un elementos de Tigres o América, sino el silbante César Arturo Ramos quien brindó 90 minutos repletos de tarjetas amarillas y rojas.
Algunas con razón, otras en equivocación. Todo comenzó con dos amarillas, una ganada por Jesús Dueñas y otra por Osvaldo Martínez en el primer cuarto del primer tiempo.
Seis minutos más tarde Javier Güémez se barrió contra su rival en plena área de gol lo que le mereció la pena máxima, dejando al francés Gignac cobrar desde los once pasos.
Y para terminar el primer tiempo, la temperatura se elevó y Ramos Palazuelos sacó la tarjeta roja al capitán americanista Rubens Sambueza, quien minutos antes se había ganado una amarilla por reclamos al árbitro, acumulando así su tarjeta amarilla numero 45 en su carrera.
Pero la mala suerte estaba este sábado de lado azulcrema, pues al 45' ya tenían dos elementos fuera del terreno de juego. Esta vez fue Darío Benedetto que con una entrada rigurosa para el silbante lo hizo mandarlo a las regaderas antes de tiempo.
La dificultad estaba en todo su esplendor para el cuadro de Nacho Ambriz, pero el estratega no bajo los brazos y le dio cabida a Michael Arroyo cambiando hombre por hombre con Andrés Andrade.
Y volvió aparecer Arturo Ramos para mandar al vestidor a Jürgen Damm en una jugada clara donde Arroyo lo patea y le da un cabezazo que le merecía más el castigo, algo que comenzó a desquiciar al público presente con los errores que ya había acumulado el silbante.
Para destacar, una jugada en la que el delantero Oribe Peralta choca con el arquero felino Nahuel Guzmán, y Ramos solo marca una amarilla para el ariete.
Con esto las Águilas sufren de dos bajas sensibles para una semana previa al Clásico Nacional y perdiendo su racha de 5 victorias consecutivas.