El Campeón fue recibido como tal en la ciudad de Guadalajara. América arribó en medio de una fiesta que sus aficionados le brindaron el día previo a enfrentar a Atlas.
Aunque su vuelo se retrasó para salir de la Ciudad de México, cientos de aficionados acudieron al aeropuerto de Guadalajara y lo mismo hicieron en el hotel de concentración, donde banderas, bombos, incluso bengalas estuvieron invitadas para recibir al conjunto de las Águilas en la Perla Tapatía.
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El colorido fue el factor principal y al ver bajar del autobús a Miguel Herrera los aficionados comenzaron a gritar su nombre, aunque solo respondió con el saludo, los más ovacionados fueron Agustin Marchesín y Oribe Peralta; sin embargo, los únicos que se detuvieron ante las peticiones fueron Oscar Jiménez, el arquero suplente y Edson Álvarez, quien además tenía todo el apoyo de la afición, quienes le manifestaban su agradecimiento por haber sido el héroe de aquella noche en la que alzaron el título.
Luego de entrar todos al hotel de concentración, los cientos de aficionados presentes no dejaron de alentar y cantar en la entrada, aún cuando el equipo ya estaba instalado y desde el restaurante del hotel podían verlos a lo lejos.
