El Estadio Azteca se pintó rojiblanco para el Clásico Femenil de Semifinales de la Liga MX, y es que, aunque el América jugó en condición de local, fueron los aficionados del Rebaño Sagrado los que coparon las gradas del coloso de Santa Úrsula, superando así a los azulcremas.
Desde muy temprano los seguidores de la escuadra tapatía comenzaron a llegar al recinto ubicado sobre calzada de Tlalpan, en las inmediaciones de este, se podían apreciar cientos de personas con camisetas rayadas; autobuses, metro y tren ligero transportaban a todas estas personas que acudieron a apoyar a su equipo.
Una vez dentro del inmueble, la legión tapatía fue concentrada en la cabecera sur, llenado toda la parte de abajo y gran parte de la zona más alta del estadio, desde donde no pararon de alentar a sus jugadoras al grito de “Chivas, Chivas” jugando también su partido.
Mientras que, de lado azulcrema también hubo una gran cantidad de aficionados, pero comparados con los del Guadalajara, fueron minoría; sin embargo, durante el partido también apoyaron a las Águilas.