Estadio Azul, una casa de poco peso en el futbol mexicano

Joao Rojas se lamenta en juego en el Estadio Azul
Joao Rojas se lamenta en juego en el Estadio Azul
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MEXSPORT
CHRISTIAN MALFABÓN
| 03 Ago, 2016

El Estadio de la Ciudad de los Deportes, ahora Estadio Azul, que abrió sus puertas desde 1946 y fue casa de más de un equipo del futbol mexicano será demolido en 2018 y se caracteriza, particularmente, por ser un inmueble que muy contadas veces pesó. 

En la década de los 80', el entonces Estadio Azulgrana albergó al Atlante como equipo local y jamás pudo pesar para que el club lograra llegar a una Final, siendo en 1996 el año en que ese equipo salió del inmueble y Cruz Azul lo convirtió en su 'fortaleza', adoptando el nombre con el que se le conoce en nuestros días. 

Las cosas arrancaron viento en popa para La Máquina en su nueva casa pues en 1997, llegaron a su primera Final jugando como locales en el inmueble de la colonia Noche Buena. El flamante León fue el rival. El octavo campeonato se comenzó a labrar desde el juego de Ida disputado en el Azul, ya que los cementeros lograron imponerse por 1-0, para luego levantar el trofeo como visitantes. 

 

 

No obstante la ola de decepciones llegaría en cascada en los siguientes años. En 1999, los celestes volvieron a la lucha por el título. Luego de empatar por 2-2 en la Ida, la afición azul esperaba festejar en casa la novena estrella, pero esta vez vieron como Pachuca los superaba en su propia casa con un gol de oro marcado en el arranque de los tiempos extra. 

 

 

Pasaron casi nueve años en los que Cruz Azul falló en sus intentos por volver a la Final del futbol mexicano, tiempo en el que vivieron algunos momentos buenos y muchos más malos, entre ellos la llamada paternidad americanista, que duró siete largos años. 

Para el 2008, la pasión de las Finales volvió al Azul. En el Clausura, la escuadra dirigida por Sergio Marcarián tuvo enfrente a uno de los Santos más potentes de la historia y, tras caer en casa en el primer duelo por marcador de 1-2 y empatar 1-1 en la Vuelta, se esfumó una nueva oportunidad de que un equipo que jugara en el Estadio Azul fuera Campeón

Al siguiente semestre, Benjamín Galindo condujo a La Máquina nuevamente hasta la Final contra Toluca. La sed de revancha en los aficionados celeste se percibía con facilidad; sin embargo, otra vez la casa no pesó. El equipo de la capital se volvió una caricatura pese al aliento de su gente y tras 90 minutos, sacó un 0-2 que casi definió el campeonato para los choriceros que, en el 'Infierno' sufrieron, pero se quedaron con título tras superar la tanda de penaltis. 

 

 

Cruz Azul perdió dos Finales seguidas, pero se mantuvo como un equipo competitivo, cualidad que lo llevó nuevamente contender por su novena estrella en el Apertura 2009, con Monterrey como rival. 

Por segunda ocasión en 10 años recibiría la Vuelta y parecía una gran oportunidad para terminar la sequía de 12 años sin dar la vuelta olímpica, ni con el juego decisivo en casa logró ser campeón. La Ida sufrió una voltereta de locura: de ir ganando 1-3, cayó 4-3. Sólo era un gol de diferencia para recibir en el Azul, un marcador que los seguidores celestes veían factible de alcanzar, aunque la confianza se diluyó rápidamente, luego de un poste de César Villaluz en los minutos iniciales. Al final, desconcentraciones y poca fortuna derivaron en una ola de lágrimas que caían desde las gradas. 

La 'maldición del Azul' se trasladó a competencias internacionales. En 2010 Cruz Azul y Pachuca disputaron el título de la Liga de Campeones de Concacaf. En la Ida, jugada en la Ciudad de México, los cementeros tuvieron oportunidades para golear a los Tuzos, pero no las aprovechó y en sólo logró sacar ventaja de 2-1, resultado que costó caro pues en los minutos finales de la Vuelta, celebrada en el Estadio Hidalgo, cayó un tanto de los locales y sepultó las ilusiones cruzazulinas. 

 

 

Cruz Azul había perdido la mayoría de las Finales que había disputado teniendo como casa el Estadio Azul, por lo que la presión sobre los diferentes planteles y las burlas eran tema de cada día. 

Tras ganar la Copa MX en el Clausura 2013, al derrotar en penaltis a Atlante, los pupilos de Guillermo Vázquez se enracharon y con un estilo de juego discreto llegaron a la Final de la Liga contra el América, la oportunidad precisa para terminar con sus demonios, pese a llegar como víctima. 

El Estadio Azul vio cómo el Chaco Gímenez llenó de alegría a los miles de seguidores que se dieron cita, al marcar el único tanto del encuentro, lo que dio esperanza para disputar la Vuelta en el Coloso de Santa Úrsula, escenario en el que Cruz Azul estuvo a segundos de ser campeón, pero una serie de fallas, así como un desvió de un balón por parte de Alejandro Castro terminó por desmoronar todo y entregar la decepción más grande para los amantes celestes... La Máquina la volvió a 'cruazazulear' y entregó un trofeo en el que, incluso, se empezó a escribir su nombre. 

 

 

En 2014 llegó una nueva oportunidad para sacudirse la 'malaria'. La Máquina se peleó con Toluca el título de la Liga de Campeones de Concacaf, pero el ambiente era tenso, tanto en el club como en la afición. El temor de una nueva catástrofe llevó a que la Ida, jugada en el Azul, terminara con un empate 0-0, en un juego en el que Jesús Corona tuvo un par de atajadas que evitaron la derrota y en la Vuelta, un 1-1 bastó para que los rostros endurecidos se transformaran en sonrisas con la obtención de un nuevo campeonato. 

Tras este título, a los de La Noria les llueve sobre mojado. Refuerzos llegan tarde, se lesionan, no rinden, timoneles van y vienen y por ahora el Estadio Azul lleva dos años sin albergar ni un solo juego de Liguilla. 

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