Pese a la gran expectación que se generaba por el partido entre Cruz Azul y Porto, en la capital del país, el inmueble capitalino lució vacío de cara al enfrentamiento de ambos equipos.
Los elevados precios de los boletos, aunado a el hecho de ser principio de semana, fue suficiente para que la afición no se presentará en el Estadio Azul.
Pocas zonas del recinto contaban con la presencia de más seguidores cementeros; sin embargo, ni el hecho de que se midieran a un club del Viejo Continente orilló a la gente a asistir a este encuentro.