Once años tuvieron que pasar para que Cruz Azul ligara cuatro derrotas consecutivas, en lo que parece una losa difícil de cargar, pues en el Apertura 2004 los Cementeros no calificaron a la Liguilla, y Luis Fernando Tena fue cesado en la Jornada diez.
En aquella temporada de 2004, los Celestes vieron la luz en la Jornada 5 con un empate con Morelia. Para entonces llegaban con 11 goles en contra y cinco a favor; ahora son 14 goles recibidos en seis semanas, por siete anotaciones a favor, condiciones muy similares entre ambas temporadas.
La Máquina de Sergio Bueno no encuentra el rumbo. Intenta por todas partes, modifica el parado, usa a todos sus jugadores disponibles y los resultados no llegan, a pesar de que en la mayoría de los partidos el equipo no ha jugado mal; sin embargo, la falta de continuidad en la alineación titular le está pasando factura a los de La Noria.
Bueno no le encuentra la cuadratura al círculo, aunado a que sus refuerzos no responden; pareciera que no tienen clara la idea del entrenador, pese a que el equipo es uno de los que mayores llegadas tiene, a la hora de definir ha fallado, lo que ha provocado que se ubiquen en la parte baja de la tabla general.
Cruz Azul se ha caracterizado en esta campaña por ser un equipo que domina a sus rivales; sin embargo, en cuanto recibe un gol se desubica, no aparece la capacidad de reacción, el equipo mentalmente se viene abajo y el funcionamiento no les da para remontar el marcador.
La fecha FIFA le viene como anillo al dedo a los cementeros, quienes tendrán la oportunidad de replantearse la temporada y trabajar en los errores que siguen apareciendo en la cancha y costando goles que a la postre se convierten en puntos vitales para sus aspiraciones a calificar.