El primer triunfo de la 'Era Cardozo' en las Chivas por fin llegó, por lo menos en Copa, en la que a pesar de que estaban ganando por dos goles de ventaja sobre Morelia, sufrieron de más y a punto estuvieron de perder el encuentro, hasta que una genialidad de José Juan Macías finiquitó el partido con un 3-2 a favor de su escuadra.
En los primeros minutos, el Guadalajara se fue con todo al frente, las constantes aproximaciones provocaron la desatención de la zaga michoacana y Trejo derribó a Eduardo López dentro del área, lo que el árbitro decretó como penalti. Gael Sandoval fue el encargado de cobrar desde los 11 pasos y de abrir el marcador al minuto 26.
Los Rojiblancos continuaron al abordaje durante todo el primer tiempo y, al 42', el mismo Sandoval dio una muestra de las habilidades con las que brilló en Santos y que lo convirtieron en el novato del año del 2016, al recibir el balón y realizar un gran recorte, para colarse al área y mandar la pelota a guardar al segundo poste del arquero. Los dos goles le daban tranquilidad al Rebaño justo para irse al descanso.
Sin embargo, para la parte complementaria, el conjunto de José Saturnino olvidó lo que hizo en los primeros 45 minutos del encuentro y cedió la iniciativa a los Monarcas, que encontraron la recompensa a sus esfuerzos en gran medida a las carencias defensivas de su rival.
Los purépechas se acercaron en el marcador gracias al olfato goleador del paraguayo Carlos Ferreira, quien tras un intento de remate de Sansores, estuvo puntual en la cita con el balón para empujar la pelota al fondo de las redes y recortar distancia en el marcador al 64'.
El nerviosismo se apoderó de los tapatíos y los visitantes supieron aprovecharlo al 70', cuando en un desborde de Rodolfo Vilchis por la pradera derecha, mandó un servicio al corazón del área chica para que Roberto Meraz definiera de 'taquito' ante la salida de Miguel Jiménez, quien simplemente vio cómo le clavaban el empate con un lujo soberbio.
La ilusión rojiblanca parecía desvanecerse, pero el talento de Macías iba a dictaminar lo contrario. Al 83', se quitó de encima la marca de un defensor y sacó un potente derechazo desde fuera del área, colocando el esférico cerca del ángulo y devolviéndole la vida a todo el Estadio Akron, que por fin celebraba una victoria de Cardozo al frente de sus Chivas.