Gaspar Servio, portero de Dorados de Sinaloa, está listo para dar batalla este sábado y pelear por el título que lo lleve al Máximo Circuito. Además de sus conocimientos, cuenta con el apoyo de uno de los hombres de moda en el futbol mexicano, Matías Almeyda.
El arquero llegó a México con ayuda del entrenador de las Chivas, quien lo recomendó a Sinaloa. El Pelado lo conoció en 2012 con River Plate y lo llevó a Banfield en 2013, donde lo debutó como profesional. Le dio la responsabilidad del arco en 34 partidos. Juntos lograron el título de la Primera B en Argentina un año después.
“Matías es un padre para mí en el futbol, él me enseñó a caminar, a dar mis primeros pasos, me sacó de las inferiores de River, me llevó a la Primera de River, luego a Banfield, me debutó. A él le debo todo, también a Carlos Roa, su entrenador de porteros en Chivas, gracias a ellos me pude afianzar.
Luego de esa experiencia, Servio probó suerte en Independiente de Rivadavia, donde disputó más de 30 partidos, y en Arsenal de Sarandí, último club en el que militó antes de llegar a México.
“Cuando Dorados averiguó sobre mí, le llamaron por teléfono a Matías y él contó todo lo que sabía de mí. Gracias a Dios, a él y a Gabriel Caballero, quien confió en mí, estoy acá”.
Hoy el destino puso a ambos en México. Almeyda se encuentra disputando las Semifinales con Chivas, mientras que Servio, de 25 años, está a horas de saber si Dorados remonta el 1-0 contra Lobos y se convierte en portero de Primera División.
“Matías es un gran técnico y puede lograr todo lo que se proponga, es trabajador, ganador y para cualquier grupo lo más importante es que potencia a los jugadores. Él está siempre presente para darme consejos, levantarme el ánimo, felicitarme, con él y con Roa mantengo una buena relación, se han portado muy bien conmigo y soy un agradecido con ellos”.