La lluvia fue el invitado incómodo del Clásico Nacional entre América y Chivas, pero no 'mojó' las ilusiones de miles de aficionados que se hicieron presentes en el Estadio Azteca con la esperanza de ver ganar a su equipo en un juego donde el orgullo siempre está presente.
El comercio aprovechó la situación y ya tenía preparados los impermeables para su venta. Los más baratos iban de los 10 a los 20 pesos; si había exigencia en la compra, incluso había protectores para la lluvia con el logo del América incluido de a 100 pesos.
La afluencia de público fue grande, cumpliendo las expectativas y el lleno estuvo asegurado al lucir en las taquillas el letrero de "boletos agotados"; los equipos arribaron un poco después de las 15:00 horas entre el mal tiempo. Al salir al calentar, las condiciones climáticas nunca mejoraron.
"Lástima que no dejan entrar los paraguas", comentó una aficionada debido a las normas de seguridad del estadio. Los de zona General fueron dichosos ante la situación debido a que el techo del coloso los protegía, pero lo de Especial abajo tuvieron que sufrir las inclemencias del Dios Tláloc sin remedio.
A pesar de todo, la pasión siempre estuvo a flor de piel y con ánimos encendidos de forma pacífica alentando a sus equipos. El público cumplió y ahora sólo esperaban ver un espectáculo sin igual y el deseo de tener el orgullo intacto.
