Desde que se dio el silbatazo final en Canadá, el América ansiaba jugar el partido de Vuelta frente al Toronto y demostrar que tenían lo necesario para remontar el 3-1 en contra; sin embargo, la noche no fue como la soñaron y la lluvia que cayó al sur de la Ciudad de México auguraba la tormenta que azotaría a las Águilas, que empataron 1-1 en el Estadio Azteca y quedaron eliminados a un paso de la Gran Final de la Concachampions.
El comienzo del partido lucía prometedor y todo indicaba que el conjunto azulcrema escribiría una nueva hazaña, especialmente después de que el conjunto de la MLS tuvo que retirar de la cancha a Jozy Altidore, una de sus figuras, por lesión.
Sin embargo, el Toronto hizo efectivo un contragolpe en los primeros minutos y aprovechó que la zaga americanista no estaba bien parada para abrir el marcador desde los botines de Jonathan Osorio.
Pese a todo, los azulcrema no desistieron en pos de un gol que reviviera la ilusión, esa a la que están acostumbrados todos los aficionados del América; y aunque prácticamente el partido se jugó en territorio canadiense, la punteria de los atacantes locales no estuvo fina y el tiempo se fue agotando poco a poco.
Tanto dominio americanista tendía que reflejarse eventualmente, pero la recompensa llegó demasiado tarde en esta ocasión; fue a través de la pena máxima, en tiempo de compensación, cuando Mateus Uribe igualó el marcador simplemente para despedirse del certamen de forma menos humillante, porque los de Miguel Herrera nunca supieron levantarse del descalabro en Canadá.