Tony Adams, nuevo entrenador del Granada, donde milita el portero mexicano Guillermo Ochoa, no se anda con rodeos y quiere lograr el milagro de salvar al equipo del descenso, aunque eso signifique tener que 'patearle el trasero' a algunos futbolistas para que despierten.
"Soy más bien un entrenador interino. Tengo siete partidos para mantener al equipos en La Liga... Estoy aquí para darle a los jugadores una patada en el culo y ganar partidos. Tengo 40 años de experiencia en eso", explicó el nuevo timonel.
"Voy a probar algunas cosas en el entrenamiento, darles más ánimos, hacerlos reaccionar, motivarlos y hacer lo que pueda para conseguir el milagro, vamos a luchar por ello", añadió.
Adams llega como reemplazo de Lucas Alcaraz, quien fue destituido tras los malos resultados del Granada, que se encuentra al borde de caer a la segunda división; sin embargo, no plenea ser el estratega para la próxima temporada.