El futbolista del Barcelona, Luis Suárez, provocó a los jugadores del RCD Espanyol en el túnel rumbo a los vestidores, al término del encuentro, lo que desató un conato de bronca entre ambos, según informó Martínez Munuera, árbitro del encuentro.
Martínez Munuera declaró que el atacante esperó a los Periquitos y, al subir las escaleras hacia los vestuarios, gritó: "Aquí los estoy esperando, vengan acá; son un desecho".
El silbante agregó que esto desató la trifulca entre los conjuntos: "provocando con esto un enfrentamiento entre jugadores de ambos clubes, debiendo intervenir el personal de seguridad allí presente, así como los cuerpos técnicos de ambos equipos".
Además, el programa 'La TdP' de Catalunya Radio, informó que su reportera escuchó cuando un jugador de los visitantes amenazó a alguien del Barça: "¡Te voy a reventar!", y segundos después se escuchó un golpe.
