Las eliminatorias de Asia brindaron un hecho histórico. La Selección de Siria, cuyo país vive una guerra civil desde hace seis años, empató de último minuto a dos goles contra Irán y logró el tercer lugar del Grupo A que le da la oportunidad de buscar el medio boleto de su confederación para el Mundial de Rusia 2018.
El futbol detuvo la guerra por un día, según dio cuenta la agencia Prensa Latina, pantallas gigantes acapararon las principales plazas del país en las que los aficionados pudieron disfrutar del logro de su representativo. Al mismo tiempo, miles de aficionados se trasladaron a Teherán, la capital iraní, para apoyar a su equipo en el estadio Azadi.
La ilusión comenzó desde los primeros minutos con un gol de Tamer Haj Mohamad, que abrió el marcador al 13'. El atacante de Irán Sardar Azmoun igualó el encuentro al 45' y ya en el segundo lapso le dio la vuelta al marcador al 64', que parecía romper las ilusiones sirias, pero sus jugadores no dejaron de luchar hasta el último minuto.
Fue en el tiempo agregado del segundo tiempo que Omar Al Somah definió entre las piernas del portero un balón largo que significó el empate por 2-2 que les dio la clasificación a la cuarta ronda de la eliminatoria asiática.
Ahora enfrentarán a Australia y de ganar serán los representantes de la AFC para disputar un boleto mundialista contra el cuarto lugar de la Concacaf.
El logro de las Águilas de Qasioun se da en un contexto difícil para sus ciudadanos donde el futbol también se ha visto afectado con sus seleccionados en el exilio y con la obligación de ser siempre visitantes al tener que jugar en terreno neutro ante la imposibilidad de disputar un encuentro en su país.