En Bilbao se llevó a cabo el partido de Vuelta entre el Athletic y el Spartak Moscú de los Dieciseisavos de Final de la Europa League. Sin embargo, previo al duelo se presentaron altercados de bronca entre aficionados de ambas escuadras y policías, lo que le arrebató la vida a un elemento de seguridad.
Dichos incidentes ocurrieron en las afueras del Estadio San Mamés, donde desplegaron aproximadamente 800 cuerpos de seguridad que estaban conformados por policías municipales, agentes privados y los ertzainas.
El temor que se tenía en la ciudad Vasca por la visita de hinchas rusos se convirtió en una realidad cuando 200 aficionados del Spartak se trasladaron desde su punto de reunión hasta el estadio de los rojiblancos y a su llegada no tardaron en enfrentarse con algunos integrantes de la porra de los Leones lanzándose vasos y bengalas.
Al instante, los ertzaintza, policía autonómica del País Vasco, intervinieron en el conato entre ambas barras, mismas que al ver al cuerpo policiaco comenzaron a dirigir los proyectiles hacia ellos; tanto personal de seguridad como aficionados salieron heridos debido al lanzamiento de bengalas que iban hacia todas direcciones.
Después de que se diera a conocer el fallecimiento del agente de contención, el secretario general del Sindicato ERNE de la Ertzaintza, Roberto Seijo condenó los atentados y denunció que el oficial llevaba laborando desde las siete de la mañana del día de los hechos.
“Inocencio llevaba allí más de 12 horas trabajando, ya había sufrido las consecuencias de los ataques directamente hacia la policía, hacia la ertzaintza por parte de los radicales. No muere sentado en una silla, en una furgoneta, muere en el transcurso de esos incidentes”, declaró en conferencia de prensa.