Leicester, que apenas escapó del descenso la temporada pasada luego de ganar siete de sus últimos nueve partidos, es el improbable líder de la Liga inglesa después de 13 jornadas y uno de los más modestos, al tener un equipo con un valor de mercado de 106 millones de dólares.
Por lo tanto, pocos hubieran imaginado que el partido de este sábado entre los Foxes y el Manchester United, que es el cuarto plantel más costoso de la competencia (425.7 millones de dólares) involucraría al primero y segundo lugar, respectivamente, de la temporada.
Muchos criticaron la contratación de Claudio Ranieri como técnico del Leicester tras su decepcionante periodo con la selección de Grecia y predijeron otra lucha por no descender para un club que recién está en un sube y baja entre las dos principales divisiones de Inglaterra.
Sin embargo, mientras los Red Devils escalan hacia la cima con una defensa endeble, el Leicester ya está en la punta.
Leicester tiene en el veloz delantero Jamie Vardy a un jugador que ha anotado en cada uno de sus últimos 10 partidos para igualar un récord de la Premier League que impuso el exdelantero del United, Ruud van Nistelrooy, en 2003.
Además, el extremo argelino Riyad Mahrez, quien es el más caro de su plantilla, está imparable con los Foxes, al anotar siete veces y asistir seis goles, para convertirse en el jugador más peligroso de la Liga; a comparación de Wayne Rooney, el Red Devil mejor valorado y quien lleva dos tantos y cero pases de anotación.