El partido que este domingo disputaban el Saint Etienne y el Rennes fue suspendido de forma breve en el minuto 18 después de que un grupo de aficionados entrara en las gradas pese a que el encuentro se jugaba a puerta cerrada.
El colegiado decidió parar el encuentro cuando vio que un grupo de aficionados se posicionaba en una de las curvas del Geoffroy-Guichard.
El partido se tenía que jugar a puerta cerrada por la sanción impuesta por la Liga de Futbol Profesional (LFP) francesa tras el lanzamiento de bengalas el pasado 2 de febrero, en el derbi entre el Saint Etienne y el Lyon.
Tras la intervención del presidente del club los aficionados salieron del campo y el partido pudo continuar.
Este nuevo incidente se produce pocos días después del que obligó a suspender de forma definitiva el duelo entre el Bastia y el Lyon cuando numerosos aficionados corsos invadieron el césped y agredieron a jugadores del equipo visitante.
Además, en Liga Europa, el partido entre el Lyon y el Besiktas comenzó con retraso también por una invasión del campo del equipo francés.