Mientras las selecciones se preparan para la Eurocopa y la Copa América Centenario,en una región europea llamada Abjasia, ubicada en Georgia, y declarada a si misma como una República independiente desde 1992, albergará un Mundial de futbol alternativo.
Se trata de la segunda edición de la Copa del Mundo de ConIFA (Confederación de Asociaciones Independientes de Futbol) en la que participarán 12 Selecciones no reconocidas por la FIFA y que encuentran en este torneo, el cual dio inicio el sábado y finalizará el 5 de junio, la oportunidad de representar a sus naciones.
“La idea es darle participación a las Selecciones de Estados no reconocidos por la FIFA, pueblos sin Estado como los kurdos y lapones, Estados con problemas de reconocimiento internacional como puede ser Abjasia, Osetia de Sur, República Turca de Chipre del Norte que tienen un territorio pero no son reconocidos por el resto de las naciones”, explicó a RÉCORD Pablo Aro Geraldes, periodista argentino y que desempeñara el cargo de jefe de prensa en ConIFA.
Los partidos sólo pueden verse por internet a través de la página web del Mundial, el estadio Dinamo será la sede de todos los partidos y apenas tiene capacidad para cerca de 4 mil espectadores. Casi todas las selecciones juegan con futbolistas amateur, pero Laponia, tendrá en esta ocasión la participación de tres profesionales. Jarkko Lahdenmäki, finlandés del club Rovaniemen, Morten Gamst Pedersen noruego del Karabükspor y Lars Iver Strand exseleccionado noruego y que son originarios de esa región nórdica.
En este competencia, estos pueblos encuentran una manera de reafirmar su existencia, de expresarse, de reencontrarse con su cultura, con sus raíces y con su gente, pues no solamente compiten, también se forma un festival de culturas donde comparten costumbres y tradiciones.
Esta Copa del Mundo no sólo reúne a países no reconocidos, también se conforman selecciones de grupos étnicos minoritarios repartidos por todo el mundo (como los gitanos) y que se reúnen gracias a una selección o combinados utópicos que trascienden la cancha como el caso de una sola Corea.
“De hecho en Sujumi, la capital, ondea la bandera de Abjasia no la de Georgia, obviamente al no ser un país reconocido, no puede afiliarse a la UEFA, pero estos torneo como el de ConIFA pueden mostrarse como lo que es, una nación independiente con su futbol, un torneo de primera división, su selección y sus hinchas que hinchan por su bandera, que se reconocen como abjasios y quieren su selección”, matiza Aro Geraldes sobre el anfitrión.
Lejos de la élite del futbol y las recompensas monetarias, estos jugadores ponen de manifiesto el orgullo por su nación.
“Creo que en este torneo está el orgullo primario de poder lucir la camiseta de la Selección, los colores de un país, representar a su pueblo, por que acá ningún jugador es estrella, ninguno va a tener un patrocinio comercial que lo haga millonario, lo que realmente les importa a estos jugadores es decir 'juego para la Selección de mi país o de mi pueblo'”, opinó Aro Geraldes.